3.11.06

II. El Teatro y Maslow




La cuestión esencial es que el teatro ni aquí (en la RFA) ni, con ciertas salvedades, entre nosotros (en la RDA)sabe qué tipo de función desempeña en la sociedad[...].


Heiner Müller

Cuando uno piensa en teatro como servicio, alguien podría decir que es entretenimiento en desuso. Me cuestionaba mucho sobre la posibilidad de generar una demanda masiva por el teatro, o simplemente por tratar de identificar alguna pista que me llevara a determinar la forma en la que el teatro pudiera ser un servicio en beneficio de la sociedad.

Lo primero en lo que pensé fue en buscar una utilidad práctica, monetaria, rentable y que tuviera una injerencia directa con el mundo empresarial, lo que encontré fue muy interesante y es mi tema de tesis: El teatro como un medio below the line para la construcción de marcas empresariales ó El teatro como reforzador de las marcas empresariales.

A partir de esto mi inquietud se despertaba por plantear las líneas específicas de acción que tendría que tener el teatro para lograr este cometido. Ahora ya no estoy tan seguro.

Recuerdo que hace cuatro o cinco años mi anhelo como actor-mercadólogo era hacer del teatro una necesidad primaria en el mercado mexicano. Fue finalmente cuando comencé a planear mi siguiente montaje cuando cuestionándome un poco sobre la temática y el proceso que tendría que llevar descubrí lo que quizá todo el mundo sabe: el teatro tiene la función de valorar al ser humano, revalorarlo, conducirlo hacia la reflexión, redefinirlo, replantearlo.

Según la teoría de motivación de Maslow el ser humano tiene una serie de necesidades que se clasifican de acuerdo a la siguiente pirámide:

De a cuerdo a lo anterior, el teatro jamás podría ubicarse como una necesidad primaria porque definitivamente el teatro no es comparable con lo que nos mantiene elementalmente vivos, aunque sí espiritualmente. Es por ello que el teatro recae, a mi parecer, en un satisfactor de Autoestima, es esta la función social que el trabajo del actor sobre la escena tiene como objetivo (no lo planteo como un objetivo consciente, si no como una conclusión del registro de los temas teatrales que se manejan en el escenario).

Lo anterior quizá suene frío o demasiado estructurado para concebirse como arte, sin embargo, es una forma de plantear una hipótesis a la función que desempeña el teatro en sociedad, en economía, en filosofía, en la vida. Esto, por ejemplo, es importante a la hora de estructurar el mensaje publicitario de cualquier obra. Ya después se podría estructurar el mensaje específico que la obra en cuestión quiera promover. Coca-cola deja claro como parte importante de su mensaje que su función es refrescar al consumidor, pero quizá dentro de su concepto se trata más bien de una actitud juvenil de refrescarse.

Finalmente y partiendo de esta premisa, cada proyecto escénico podría plantearse distintas maneras de resolver la manera de hacer que el espectador se valore a sí mismo y participar en ello no solo en la escena, sino trascendiendo a esta.

Mi interés por escribir este blog es porque finalmente es el espectador quien tendrá este beneficio y el artista escénico la tarea de suministrar este al primero. La premisa de algún siguiente mensaje podría ser: El teatro como revaloración del espectador (nuestro espectador). A partir de aquí se pueden plantear las bases de la construcción de una pasión masiva por la actuación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Cesar. Con gusto celebro la iniciativa de abrir al "viento cibernético" toda la inquietud que la experiencia escénica nos va dejando.
Ante todo el ser humano tiene la vivencia de ser espectador, esa es la esencia. Pero como tales, vamos siendo defraudados ante el alcance inevitable de los intereses de la mercadotecnia. Luego vamos ajustando nuestra noción de lo artístico a la realidad de la supervivencia, esto ya como participantes de la actividad creativa estética, escénica, y además enmarcada en un proceso de productividad. Creo que en este ajuste esta la clave.
Si perdemos de vista que el teatro surge esténtoreo de la unión de dos necesidades, la de generar la representación , y la de ofrecer atención, contemplación expecatante a lo representado, olvidaremos que el fenómeno es ante todo el de una CONVENCIÓN, histórica, perdurable, irreductible, pese al paso de los años. Solo que como tal, es un fenómeno no tan fácil de definir, ni de manipular, aunque todo el tiempo se ha trabajado en definirlo y o manipularlo. Felicidades Cesar, da gusto tener noticias tuyas.
Eduardo Gomespino.(Don Trini) gomespino@hotmail.com