4.2.07

V. Plaza





El medio es el mensaje”. Un tríptico cumple funciones que no cumple una postal, una postal cumple funciones que no cumple un tríptico ni una cartelera espectacular; sin embargo estos tres medios deben difundir algo. Así entonces, un foro no cumple las mismas funciones que un teatro a la italiana o un foro isabelino... gran conclusión. Sin embargo este fenómeno es importante en la mercadotecnia: Dos medios distintos generan intereses distintos. ¿Qué pasa si en vez de un foro utilizo un espacio coherente a un concepto de proyecto? ¿Qué pasa si transformo el teatro en una nueva experiencia sensorial de acuerdo a aquello que quiero decir? Alguien diría que entonces no sería teatro sino otra cosa; de hecho así es, sólo que esto no traiciona en ninguna manera el teatro ¿lo hace? En fin, sé que atrás hay mucho qué decir filosóficamente. Digamos que es sólo hacer mercadotecnia.

Si mi obra se desarrolla en un basurero ¿acaso no necesitaré plantear el basurero como parte esencial de mi estrategia de mercado?

Si utilizo un teatro para presentar un viaje a la luna ¿no podría ser el mismo teatro quizá un trasbordador espacial? O bien, si mi espectáculo es esperando a Godot ¿No podría convertirse el teatro en aquel lugar desolado en el que Vladimir y Estragón esperan a Godot?

La experiencia de ver un espectáculo, adquiere diversas formas y pensamientos. La creatividad, la percepción, el discurso artístico creador del artista determina distintas experiencias de hacer ver teatro.

La plaza, comprende una serie de programas de acción y tácticas enfocadas a mejorar la experiencia de compra de algún producto o servicio para el consumidor.

Un producto o un servicio casi nunca existen solos, digamos en términos puros. Cada producto o servicio viene acompañado de productos o servicios accesorios que incrementan su valor y tienen atractivos de venta que ofrecer para generar lealtad, o bien, posicionarse en la mente del consumidor.

El teatro nos ofrece una serie de productos y servicios que quizá todavía sean algo heterogéneos y pluriformes que no alcanzan a formar la percepción de ver o asistir al teatro. Algunas tácticas son bastante ingeniosas: una obra de teatro dentro de un vagón del metro, la asistencia de un sitio de taxis para llevar al espectador a su casa terminando el espectáculo, o, por ejemplo, la venta de playeras y distintos souvenirs de un espectáculo en particular. La decisión de incorporar la venta de productos y/o servicios accesorios debería ser respaldada por la exaltación de estas cualidades como atractivos de venta de un espectáculo determinado de acuerdo a objetivos de venta y distribución bien planeados. La exaltación de estos pequeños detalles que incrementan valor a un precio por boleto no sólo son ventajas y distingos competitivos en un tiempo-espacio determinado para la decisión del potencial espectador, sino que también definen a la compañía teatral como un ente responsable y agradecido con un público que apoya una causa artística en un momento determinado, cualquiera que sea su resultado.

La llegada de Cinemex, a mi parecer, no sólo incrementó la asistencia al cine en el DF sino que también estimuló la producción cinematográfica en nuestro país gracias a mejorar la experiencia de ver cine a través de una gran estrategia de distribución, productos y servicios accesorios y sobre todo Merchandising.

El merchandising es un concepto de la mercadotecnia que se encarga de disponer un espacio físico de venta para una persuasión a la compra del consumidor y hacerlo además muy grato. El merchandising tiene una aplicación muy valorada no sólo por las empresas sino por los propios consumidores, la disposición de los productos y servicios que ofrece una tienda de autoservicios, la capacidad de ofrecer un trago en una boutique, o de ver noticias dentro del elevador de un complejo comercial son tácticas que propone un planteamiento estratégico de merchandising, esta es una herramienta bastante poderosa para lograr una satisfacción que quizá excede las necesidades de satisfacción del consumidor, incrementado valor a la oferta y generando un potente desarrollo de marca de cualquier empresa. Starbucks, por ejemplo, se ha valido del merchandising para ser el monstruo cafetero que es hoy día.

Este blog no se caracteriza por tratar a profundidad cada tema que plantea porque requiere, a mi parecer, un proyecto específico a desarrollar y verificar. La mercadotecnia como producto creativo y estratégico encuentra su validez en el caso práctico particular.

La mercadotecnia quizá sea una valoración fenomenológica de eventos de comercialización para su planeación y efectividad y así reducir las probabilidades de fracaso en su cumplimiento. La experiencia de ver un espectáculo, participar en él como espectador, define futuras decisiones de compra. Esto determina la continuidad por deseo de entretenimiento escénico, pero no sólo eso; determina también la reincidencia hacia un grupo, artista, establecimiento teatral, productor, o director artístico, o bien a aquella persona que se ofrece como alternativa y se valora como satisfactor de un deseo de entretenimiento. Es así como una decisión de implementar un servicio o producto determinado se debe planear, presupuestar e implementar adecuadamente, esto es, no temer un fracaso, estar convencidos de que eso es lo que se quiere, o se necesita, y darle el peso que necesita en términos de personal, recursos financieros, tiempos y reconocimiento.

El merchandising no es una herramienta que nos pueda servir a todos de manera estandarizada. Digo esto por distintas razones, entre ellas, la curiosidad que ha despertado la distribución como estrategia en la venta generalizada de productos y servicios y otra porque me parece una primera e interesante plataforma de buscar nuevas experiencias de hacer ver teatro, no como propuesta artística propiamente (en esta no tiene mucho qué hacer el marketing), sino para plantear distingos competitivos más fáciles de desarrollar y explotar. El merchandising requiere un planteamiento muy contundente y mucho esfuerzo y dedicación, con esto los resultados de una experiencia trascendental en un contexto determinado serán, yo creo, más que formidables.